Como mencionábamos en nuestro artículo Efectos en la economía mundial por la crisis en las cadenas de suministro, la pandemia agudizó la escasez de materias primas tales como los chips de computadora, semiconductores, transistores, entre otros; ello debido a que las cadenas logísticas se vieron interrumpidas, poniendo en vilo industrias como la de los videojuegos, tecnología y al sector automotriz en particular.
Los fabricantes de vehículos y sus distribuidores han sufrido el desabastecimiento de los semiconductores desde finales del 2020, a un punto tal que los inventarios de vehículos se han visto cortos y limitados en la mayoría de las marcas. Esto ha provocado aumentos de tiempo en las promesas de entrega, que ahora oscilan entre los seis meses y hasta un año aproximadamente.
Se prevé que la crisis logística y de chips que se experimenta a nivel mundial no pueda ser solventada en 2022. Esto apunta a otro año difícil para este sector que, a hoy, registra los niveles más bajos de ventas de su historia, según Eric Ramírez, director regional Latam de Urban Science.
¿Qué se está haciendo para mitigar el impacto de la crisis de los chips?
La alternativa ahora consiste en que los concesionarios realizan con los clientes una compra programada o el ingreso a una lista de espera, lo que les ha permitido sobrellevar la escasez de unidades y atender la alta demanda del mercado. Por otro lado, no todas las referencias de vehículos se encuentran agotadas, ello porque, por lo general, las marcas manejan un stock previo, lo que les ha permitido continuar importando.
Otros inconvenientes derivados de la escasez
Los tiempos de espera dependen ahora de factores como los inventarios de las marcas, colores, modelos, demoras en los despachos y, por último y no menos importante, las logísticas internacionales.
Esta situación hace que resulte más difícil para los clientes elegir, por ejemplo, el color de preferencia para su vehículo.
Ante este panorama, muchos consumidores con afán de adquirir sus vehículos y de acuerdo con sus gustos y necesidades, encuentran en el mercado de los usados una opción interesante. Por ello, este segmento del mercado vive uno de sus mejores momentos en ventas. Se estima que en 2020 se vendieron 704.749 vehículos usados y la proyección es que en 2021 esta cifra se ubique entre 925.000-950.000.
Sin embargo, la demanda de vehículos nuevos continúa activa. Según cifras de Andemos, noviembre se posiciona como el mejor mes en matriculas de vehículos en 2021, con 23.619, lo que representa un crecimiento del 5.7% con respecto al mismo mes del 2020.
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