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Colombia en el camino de la transición energética

Colombia, como muchos países en el mundo, se enfrenta actualmente al desafío de la transición energética en un contexto global que demanda soluciones más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. Este cambio hacia fuentes de energía más limpias y renovables se ha convertido en una prioridad, y Colombia no es la excepción. En este artículo, exploraremos los aspectos clave de la transición energética en Colombia y cómo el país está trabajando para asegurar un futuro más sostenible.

Colombia: fuente natural de energías renovables

Según la revista Forbes, los proyectos de energía renovable están siendo atractivos para quienes le apuestan a invertir en la transición energética. Precisamente, en nuestro país, como se sabe, existe un compromiso con el tránsito gradual hacia las energías limpias de manera justa y sostenible. En este sentido, el Ministerio de Minas y Energía tiene como objetivo “alcanzar el 50% de energía renovable en el mix energético para 2030”. Este dato supone un importante incentivo para la atracción de inversiones, en especial cuando nuestro país está posicionado en Latinoamérica como el tercer país con capacidad de adicionar a futuro, energía solar y eólica, de acuerdo con los informes presentados por el Global Energy Monitor. Solo Brasil y Chile se encuentran por encima en este listado. Igualmente, el IDEAM estima que “el país recibe un promedio de 5,5 y 6,0 kilovatios/hora por metro cuadrado de irradiación solar horizontal por día (entre 2000 y 2200 kilovatios por metro cuadrado por año); lo que convierte a Colombia en uno de los países más soleados del mundo, y, por ende, con potencial del recurso solar.” En síntesis, se presentan oportunidades importantes para el país, no solo en la inversión, sino también en los múltiples beneficios que se generan a la circular por el camino de la transición energética.

Crecimiento constante de las renovables en la última década

La capacidad instalada de generación de energía renovable ha crecido de manera constante a lo largo de los últimos diez años, registrando un aumento del 20% solo en 2020, según los datos del Ministerio de Minas y Energías.  Esto evidencia la riqueza natural de Colombia, que le permite hacer posible la transición energética, y a partir de esta transformación, formular nuevos esquemas económicos y sociales, tan necesarios para el desarrollo de nuestro país, con miras a una proyección sustentable. La expansión de las energías renovables abre las posibilidades al empleo en sus diferentes naturalezas que van desde la construcción, con todas sus especialidades, hasta el mantenimiento de las obras, llámense parques solares o eólicos, entre otros. Así mismo, las energías que se producen a partir de fuentes renovables son, en comparación, más económicas que los combustibles fósiles, lo que se traduce en reducción de costos, generando importantes niveles de diferenciación que deben ser aprovechados en los escenarios de la competitividad.

Desafíos de la transición ecológica en Colombia

Este potencial de fuentes de energía renovable con el que contamos en Colombia permite la puesta en marcha de grandes proyectos de energía solar, eólica, hidroeléctrica y de biomasa, entre otros, que se pueden traducir en modernas infraestructuras hidroeléctricas o en el aprovechamiento inteligente de los residuos forestales y agrícolas, orientación que incrementaría el porcentaje de uso de la biomasa en la matriz energética del país.

Ahora bien, esta transición representa retos y desafíos dada la necesidad de contar con los recursos y la infraestructura necesarios para generar la energía. Esto indica un proceso gradual, responsable y planificado. Para la Universidad de los Andes, “Colombia puede liderar la transición energética que exige el planeta”. Esta consideración está basada en los recursos eólicos, fotovoltaicos, de biomasa y geotérmicos con los que cuenta la nación. La energía geotérmica es una fuente renovable con mucho potencial; sin embargo, esta fuente se encuentra en su curso inicial.

Otro de los retos es la necesidad de colaboración estrecha entre el Gobierno, las comunidades y el sector privado, para alcanzar los proyectos de energía renovables. Esto es fundamental para atraer a inversionistas, postura que ya se hace visible en inversiones sustanciales, tanto del orden nacional como extranjero, que no solo dan impulso a las propuestas de energía renovable, sino también a la economía, mejorando, además, la imagen del país. Según el Consejo de Empresas Americanas (CEA), “en el acumulado semestral de 2023 Colombia ha recibido inversiones por valor de 7.519 millones de dólares (USD)”. Dicen también, que “la economía parece reportar un balance positivo, a diferencia de otros países de la región”.

Finalmente es importante acotar que es imprescindible la continuidad de los proyectos, el aseguramiento de la estabilidad energética del país, fortalecer la seguridad para los inversionistas y trabajar de la mano con las comunidades, entre otros factores no menos relevantes como son los aspectos legales.

Son muchos los beneficios que se vislumbran en la transición a las energías renovables, siempre y cuando todos los actores involucrados y comprometidos, realicen su tarea con responsabilidad.  

Actualidad Solunion