La pandemia del coronavirus y las medidas adoptadas para su contención, han alterado los cimientos económicos y empresariales, no solo del país, sino del mundo. A pesar de las estrategias y decisiones económicas tomadas por los gobiernos, el impacto ha sido de tal magnitud que traerá consigo un desenlace indescifrable para los años venideros.
Gran cantidad de empresas han anunciado cierres definitivos al no contar con alivios para evitar una quiebra por falta de liquidez. Otras, se han acogido a la Ley de Insolvencia Empresarial para salvarse, una herramienta que ha permitido la continuidad de empresas en dificultades, para que puedan seguir trabajando y sobrevivir a la crisis hasta recuperar su equilibrio financiero.
Según el último informe económico elaborado por Euler Hermes, uno de nuestros accionistas, se prevé que la mayor parte de las insolvencias aún están por venir, en gran medida en el primer semestre de 2021. Además, el índice de insolvencia global podría alcanzar un récord de incremento del +35% en el próximo año.
Entre los clientes de Solunion Colombia, el número de siniestros relativos a Ley 1116 se ha incrementado entre abril y noviembre del año anterior un +60% respecto a los casos reportados en el mismo periodo del año anterior. El índice de recuperación de dichos procesos no supera el 2,66% y alrededor del 50% del valor impagado cubierto por Solunion tiene a la fecha acuerdos incumplidos sin que aún hayan comenzado las liquidaciones.
Hacerle frente a la circunstancia en la que un cliente empieza a atrasarse en el pago de las facturas o que llega al punto de acogerse a la ley de insolvencia, equivale a estar ante un escenario que genera un impacto inmediato en la liquidez de cualquier negocio.
Según el último informe de la OCDE, las proyecciones apuntan a un 2021 en el que la economía colombiana retomará el crecimiento previo a la crisis, pero lo vemos con reservas. Nuestro optimismo es moderado y ser cautelosos a la hora de hacer pronósticos sobre las perspectivas a corto plazo caracterizarán nuestro proceder.
En Solunion somos conscientes de que el trabajo nuestro es contribuir a que nuestros asegurados cuenten con ese respaldo que no solo permite reducir el impacto negativo de la eventualidad, sino disponer de información oportuna para decidir sobre bases sólidas si es conveniente venderle a crédito a un cliente.
No hay que perder la mesura. El corto plazo no puede hacernos desviar del objetivo fundamental: la sostenibilidad del negocio. Y para ello, hay que tener control de la cartera y mucho conocimiento sobre quiénes son los clientes. Esa es nuestra responsabilidad con ustedes.